Diez fábulas, diez cuentos, diez mundos diminutos que se expanden en la imaginación al ser leídos. Has de saber, lector, que, si por un azar, has venido a parar a estos diez mundos raros, es probable que te queden secuelas. Te adelanto tres de ellas: si entras en Esto es vida percibirás, ya para siempre, humanas a las moscas que te revolotean. Si vas a Los eternos, que es un mundo de seres inmortales, no dejarás jamás de preguntarte cómo sería el amor de no existir la muerte. O si acaso te diera por viajar al titulado Qué animales seremos, ya nunca dejarás de imaginar qué animal serías tú de habitar en un mundo como ese, donde los hombres nacen, crecen, se reproducen, pero, antes de morir, es ley de vida que mude cada cual en el bicho que dicte su carácter.
Miguel Ojos construye estos mundos tan raros entremezclando barros de ternura, sordidez, poesía, humor y desencanto. Los diez que configuran el universo de este volumen resultaron premiados en diversos concursos literarios. Por lo tanto, tan solo los jurados, más un breve puñado de amigos escritores, saben de las secuelas que les dejaron.