Los textos incluidos en esta antología fueron publicados en Le Libertaire. Journal du Mouvement Social, periódico editado en Nueva Orleans y dirigido por Joseph Déjacque, quien fue testigo y enlace de primera magnitud entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Peleón, culto y enérgico, los debates que Déjacque plantea no dejan espacio para la tibieza, aunque sabe que «uno tiene que vivir en su siglo», por lo que trata de conjugar las ideas más radicales y con amplitud de miras con una realidad muy poco halagüeña, por no decir descorazonadora. La igualdad real entre sexos, el laberinto del comercio y el intercambio, el parasitismo, la propiedad de los medios de producción, las leyes, la denuncia de las diferentes formas de esclavitud y el salariado, la crítica de la autoridad y los jefecillos de tres al cuarto son algunas de las ideas que pueblan esta magnífica antología traducida y prologada por Diego Luis Sanromán. Anarquista de primera hora (entonces todavía se hacían llamar socialistas), Déjacque ha pasado a la historia por ser quien primero utilizó el término «libertario». Pero su aportación va mucho más allá. Su