Hay evidencias de que el ejercicio físico regular se asocia a beneficios físicos y psicosociales en numerosas condiciones crónicas y, por tanto, mejoran el bienestar general, la movilidad y permiten la remisión de muchos de los síntomas asociados a ellas, incrementando sensiblemente la calidad de vida relacionada con la salud. De hecho, el ejercicio como base de la rehabilitación está siendo cada vez más reconocido por los profesionales de la salud como una herramienta adicional de gran valía en el manejo de todos estos factores (prevención secundaria y terciaria).
El objetivo de este libro es presentar una síntesis actualizada de las evidencias que apoyan el uso del ejercicio físico como terapia en poblaciones que se ha considerado conveniente denominar especiales, tanto por su prevalencia, como por sus características. Los diferentes capítulos, apoyados en una gran diversidad de diseños metodológicos, se centran en aportar recomendaciones y sugerencias para la prescripción del ejercicio físico en estos grupos.