Es la señora Surke quien se da cuenta y corre a contárselo al resto de habitantes de Villa Río: la estatua del niño de bronce del parque ha desaparecido. ¿Quién se la ha llevado? ¿Y por qué? Cuando inspeccionan la zona, descubren una huella poco habitual... ¿Atraparán al ladrón antes de que sea demasiado tarde? ¡La Agencia de Detectives se pone en marcha de nuevo!