Hoy el sacerdocio atraviesa una profunda crisis y hay confusión sobrela tarea y función del sacerdote. Ser sacerdote no es un trabajo sinouna vocación y un camino de santificación: el sacerdote es un servidor de Cristo y, por tanto, del prójimo.En este libro, el cardenal Robert Sarah aborda el problema de ladecadencia moral y espiritual del clero y advierte de los peligros que existen en la Iglesia hoy: el arribismo, la mundanalidad y lanotoriedad en las redes sociales. Para mantener el celo por elministerio, en cambio, es necesaria una vida de oración, de ascetismoy un fuerte apego a la Liturgia, porque sobre todo en la celebraciónde la Santa Misa es posible encontrar la verdadera alegría y la razónde ser de la propia vida sacerdotal.