Yegen es un
pueblo alpujarreño, plácidamente recostado en una suave ladera rugosa, arañada
por limpios regatos de aguas cantarinas, gratas al paladar. En el vivió Brenan varios
años, entre 1920 y 1934, en busca de sí mismo, arrebatado por la sencilla
espontaneidad de las gentes que lo pueblan. Las palabras, los gestos, los
ruidos, el trajín, las creencias y costumbres de tipo folklórico, todo lo anota
minuciosamente Brenan, lo contrasta, se documenta, se deja empapar día a día.
El resultado es esta obra, un libro curioso en el cual admiramos tanto el
primor con que están descritos los tipos y sus maneras y el marco en que se
mueven como las originales interpretaciones que el autor hace de cuanto
observa. Podemos decir que tenemos ante los ojos una valiosa monografía
antropológica servida con un lenguaje transido de emociones. De ahí que el
libro resulte incitante, tanto para quien busque la lectura placentera como
para quienes pretendan una iniciación en el trabajo de campo antropológico.