El extremo sur de la península ibérica, en concreto el Campo de Gibraltar y las sierras del Parque Natural de Grazalema, ha demostrado ser un espacio crucial para entender los modos de vida de los grupos humanos prehistóricos. Los numerosos yacimientos localizados están arrojando luz sobre algunas de las discusiones científicas más reveladoras de la arqueología prehistórica nacional e internacional. Pero su relevancia no se limita a su contexto material, sino que reside, sobre todo, en un complejo horizonte gráfico-artístico. Tan solo en la provincia de Cádiz conocemos más de 400 cuevas con manifestaciones gráficas, la mayoría realizadas en momentos «avanzados» de la prehistoria por comunidades neolíticas ganaderas-recolectoras. Apenas una docena cuenta con representaciones paleolíticas confeccionadas por poblaciones de cazadores-recolectores-pescadores. Este hecho demuestra la excepcionalidad de ese arte arcaico a la vez que nos habla de los albores de la especie en continuo contacto con el símbolo. Este libro se propone dar respuesta a cuatro grandes interrogantes que, inevitablemente, todos nos formul