Manuel Azaña llegó a ser la voz de la Segunda República y se haconvertido en uno de los mitos de referencia de la democraciaespañola. ¿Merece ocupar el papel que se le ha querido atribuir? ¿EsAzaña ese demócrata capaz de suscitar y elaborar consensos nacionalesalrededor de un proyecto pluralista y tolerante? Y a partir de ahí,¿puede la Segunda República constituir el referente democrático denuestra actual Monarquía parlamentaria?José María Marco, quien dedicó varios libros a su figura, vuelve ahora al personaje en Azaña, el mito sin máscaras. Aquí revela la duracrítica de Azaña al liberalismo del que él mismo procede, porformación y origen familiar. Aclara la superioridad que otorga a laRepública sobre la democracia y la idea de que la democracia sólo esválida si corrobora un régimen presidido por una coalición deizquierdas. Y pone de relieve la naturaleza revolucionaria delproyecto azañista, que se enfrentará a otras formas de concebir larevolución, en particular la de los nacionalistas, los socialistas,los anarquistas y los comunistas. Finalmente, analiza su literatura ysu vocación de artista.Así es como s