Hay jóvenes que pasan por la vida dejando huella, que no se contentan con ser fotocopias y quieren vivir como originales. Entre ellos se encuentra Carlo Acutis, un joven que amaba la naturaleza y los animales, practicaba deportes con sus amigos y al que le apasionaba la informática y las nuevas tecnologías.
Desde pequeño se sintió atraído por Jesús en la eucaristía y descubrió, como decía san Juan Pablo II, que se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo.
Fue ejemplo de solidaridad con sus compañeros, a los que protegía y ayudaba, y también entre los sintecho y necesitados de su barrio.
Carlo Acutis, el ciberapóstol de la eucaristía, un influencer de Dios.