De una carta del autor: Tal y como te lo platiqué, el libro, sin ser muy extenso, se ha llevado mucho tiempo en quedar redondeado. Atendía el llamado del desierto y he hecho el trabajo sin prisas, atenta y concienzudamente. Me puse, como siempre lo he hecho, al servicio de la poesía; nunca al revés. Y hoy en día, luego de mucho trabajo de lectura, edición, recortes y refinamientos, escritura y reescritura, síntesis y ajustes de todo orden, y mucha observación, reflexión y meditación, siento que Canto desierto está listo para ser publicado. Te lo envío para tu lectura y consideración. El trabajo está listo. Canto desierto ha llegado con todo a su límite. Sólo me resta compartirlo con otros lectores. Me parece que los 36 poemas que parecen en el índice, en la última página del documento, pueden dar una muy buena idea del espacio y el tiempo en que se mueve este libro, que bien se puede entender y leer como un solo poema.