Si hay una cuestión candente en el escenario político español, que concite pasiones exacerbadas y sobrevuele de manera permanente la contienda partidaria, esa es la cuestión catalana. Durante lustros, pero muy señaladamente en los últimos años, el aparente contencioso entre Cataluña (o una parte de la misma, para ser exactos) y España ha deparado una controversia tan exaltada como irreflexiva, que ha originado y sigue originando tensiones en todos los ámbitos de la sociedad. Anna Grau, catalana de pura cepa, escribe en estas páginas su personal carta a España, que es también una carta al padre, fallecido pocos meses antes. En su obra la autora apela a la razón y la cordura, reflexiona acerca de los motivos fundados o ficticios de este ya secular desencuentro, y firma un texto cuajado de valentía, sinceridad y hondura. Un texto en el que pueden verse reflejados catalanes y españoles, españoles y catalanes, pues, aunque no exento de arrojo, aspira a plasmar lo que tanto nos une, por encima de las barreras ideológicas, tantas veces alentadas por intereses puramente espurios. El resultado es un libro profundo