Con esta obra Alberto Calvo nos traslada a la Castilla de los siglos XIV y XV, testigo de una lucha encarnizada entre la nobleza y la Corona por hacerse con el poder. Desde las revueltas nobiliarias encabezadas por los hermanastros de Pedro I hasta la guerra de Sucesión, el territorio estuvo sumido en el caos y la inestabilidad. Los Trastámara, la nueva dinastía que se alzó tras el asesinato de Pedro I, tuvo que lidiar con una nobleza que reclamaba cada vez más influencia y beneficios. Cualquier intento de la Corona de contener el poderío de la nobleza acababa en tragedia y en continuos levantamientos en armas contra el rey y sus partidarios, causando enfrentamientos civiles y la ulterior decadencia del reino. En este tumulto político irrumpe en escena la figura de una joven infanta llamada Isabel, quien, tras casarse con Fernando de Aragón y vencer a los seguidores de Juana la Beltraneja en la guerra de Sucesión, se hizo con el trono de Castilla. Comenzaba así el reinado de los Reyes Católicos. Con ambiciosas pero efectivas reformas, fueron capaces de modernizar la justicia, el gobierno y las institucione