Una pareja de cazadores es expulsada de su clan por transgredir uno de sus tabúes. Su exilio sirve sobretodo para que a lo largo de sus viajes, el autor se explaye con sus conocimientos de prehistoria. Aparte de eso la historia en sí da para poco y es más que previsible. De todas formas es de reconocer el esfuerzo que hace para que los sucesos que describe tengan alguna base arqueológica. Se agradece.
La novela está ambientada en los albores del Neolítico en el sur de Francia, y es el pretexto para describir a la maravilla los principales yacimientos de la zona. Es la única novela que este autor a escrito (y anda que no se le nota). Courtín es prehistoriador y ha dirigido numerosas excavaciones en La Provenza francesa, es especialista en el Neolítico de esta región. Al final el libro contiene un amplio e interesante glosario.