Henry Chinaski es un tipo alcohólico, mujeriego y misántropo que vive en un barrio nada glamouroso de Los Ángeles: un antihéroe en estado puro. Y es el reflejo especular de la literatura de su creador: Charles Bukowski. Las novelas que protagoniza se nutren de descarnado material autobiográfico, de las andanzas, desventuras y reflexiones de este poeta de la desolación, la carnalidad y los excesos.