Los números producen terror», escribe Darrell Huff en Cómo mentir con estadísticas.
Y en ninguna parte este terror se traduce mejor que en la aceptación ciega de lo que nos dice el resbaladizo mundo de los promedios, las correlaciones, los gráficos y las tendencias. Huff trató de romper «el aturdimiento que sigue a la colisión de las estadísticas con la mente humana» con este pequeño volumen, publicado por primera vez en 1954.
El libro sigue siendo pertinente como una llamada de atención para las personas acostumbradas a examinar aluviones de datos o para aquellos que a diario nos vemos rodeados de noticias de grandes titulares avalados por estadísticas.
«El lenguaje secreto de las estadísticas, tan atractivo, se emplea como arma sensacionalista, o para inflar, confundir o simplificar en
exceso», advierte Huff. Aunque muchos de los ejemplos utilizados en el libro son ya antiguos, las precauciones son intemporales.