Se acerca el verano y Clementina tiene cosas pendientes antes de las vacaciones. La primera: su nuevo hermanito (o hermanita) está a punto de nacer... ¡y en casa todavía no han elegido un nombre para él (o ella)! La segunda: debe seguir intentando que su padre se vuelva vegetariano, y la mejor forma es enseñándole dibujos y dibujos de animales supertristes, ¡a ver si se le pasan las ganas de comérselos! Y la tercera (que es la peor de todas): el curso se acaba y Clementina aún no está preparada para decirle adiós a don Antón, porque... ¿y si el profe del año que viene no le gusta tanto como él?