"Desde hace tiempo es evidente que la ciencia va más deprisa de lo que nuestras intuiciones morales son capaces de asumir: hoy ya es materialmente posible encargar una mascota exactamente igual que la que acabamos de enterrar; o reivindicar que se asegure que nuestros hijos tendrán las mismas determinaciones genéticas que nosotros, incluso cuando consisten en algo como la sordera. La mayoría de las personas se sienten cuando menos incómodas ante algunas de las posibilidades que abre la ingeniería genética, aunque no siempre les resulta fácilexplicar por qué. ¿Qué tiene de malo manipular nuestra naturaleza? ¿Dónde están las líneas rojas, si las hay?Contra la perfección explora estos y otros dilemas morales relacionados con la búsqueda de nuestro propio perfeccionamiento. Sandel argumenta que la búsqueda de la perfección es imperfecta por razones que van más allá de la seguridad y de la equidad, y nos lleva más allá de los familiares términos del discurso político para mostrarnos que la revolución genética transformará el modo en que se discute sobre cuestiones éticas y obliga"