GUSTAVE FLAUBERT Y GEORGE SAND
«Las cartas que se intercambiaron George Sand y Gustave Flaubert no se dirigen más que a ellos dos: constituyen [?] una verdadera correspondencia, con todos los riesgos que ello supone, las interrupciones, las reanudaciones, los relatos, las confidencias, los sobreentendidos, los guiños, las discusiones, los conflictos tal vez, y sobre todo, entre dos escritores de valor desigual y de ideologías opuestas, esa mezcla tan rara de afecto y admiración, de complicidad y de asombro, de generosidad y de humor, de ternura y de lucidez.»
André Comte-Sponville, del Prólogo