A caballo entre la poesía y el relato personal, Crines se adentra en la dimensión política de la noche, un espacio y un lugar por el que transitan personajes (ficción tomada de la realidad) en equilibrio entre el miedo, el deseo, la clase social, el género, la raza... «Seas lo que seas, qué bien que estés aquí», dirá. «El turno de noche arrasa, acecha, acerca», dirá. «Prohibidos los principios y los finales», dirá. En Crines la precariedad, la pérdida y la supervivencia límite lo invaden todo, luminosas como el lamé y el glitter, oscuras como una ventana desde la que no se ve el cielo. «Todo es cuerpo, arquitectura y texto», anotará en un papel de seda que lleva en el bolsillo mientras cuenta sus pasos en kilómetros de recorridos urbanos que activan palabras, melodías, trazos, intersecciones y transformaciones. Escritura somática que expande, completa y desarrolla su práctica artística, «semilla de un nuevo remolino», Lucía C. Pino transita por la memoria personal tiempo detenido que habla de lucha, dolor y pérdida y la colectiva, a la luz de lo pequeño y cotidiano. «No sé cómo hablar / solo de t