¡Continúa el fenómeno de Nunca Jamás! Regresa al oscuro y romántico mundo de Emily McIntire con un nuevo romance prohibido donde la fe y la lujuria se enfrentan, ¿quién ganará? Él es la moralidad. Ella es el pecado. El padre Cade Frédéric es un hombre de Dios. Se crio en las calles de París y ha dedicado su vida a la Iglesia. Pero, bajo la superficie, acecha un monstruo, una enfermedad que rezuma oscuridad y se alimenta de los condenados. Cuando recibe la misión de ser el sacerdote de Festivalé, en Vermont, una ciudad de arquitectura bella y almas desoladas, la enfermedad le pide a gritos que libere sus calles del mal. Amaya Paquette es el misterio más bello de Festivalé. Se dedica a cuidar a su hermano pequeño durante el día, mientras que por la noche se transforma en Esmeralda y baila ante ojos codiciosos y labios impúdicos. Anhela el amor, pero esquiva toda relación por temor a verse abandonada de nuevo. Cuando el padre Cade ve por primera vez a Amaya, se obsesiona con ella y está convencido de que lo ha embrujado. No puede comer. No puede respirar. No puede pensar en nada que no sea ella. Y la tentación es una amante cruel. Ella es su debilidad, así que tiene que ponerle fin..., aunque eso signifique matar a la única mujer a la que podría amar.