Tradicionalmente, se ha señalado que las manifestaciones pro autonomía del 4 de diciembre de 1977 fueron sorpresivas, ya que sus organizadores no se esperaban el éxito que tuvieron. Sin embargo, las causas de esa respuesta popular, aparentemente salida de la nada, se fueron construyendo años atrás. Todo ello gracias a la difusión de una literatura de denuncia de los problemas de Andalucía, la actuación de formaciones políticas regionalistas, la contribución de artistas a la reflexión sobre Andalucía, la aparición de colectivos andalucistas como Solidaridad Andaluza o la promoción de la cultura andaluza a través de actividades de asociaciones vecinales y culturales.
Especialmente, los estudios de Solidaridad Andaluza, difundidos en semanas culturales, actividades de asociaciones vecinales, escuelas y actos de partidos, permitieron la construcción de una identidad andaluza. Dicha identidad se basaba en la conciencia de la desigualdad y la vinculación entre ciudadanía democrática y justicia social. Ante la concienciación de los problemas de Andalucía (paro, emigración, analfabetismo), la exigencia de un autogobierno andaluz se convirtió en una herramienta útil para solucionarlos.
Pero, ¿por qué triunfaron las movilizaciones pro autonomistas de 1977 y 1979? ¿De qué forma la sociedad civil andaluza influyó en el referéndum del 28-F de 1980? ¿Qué papel desempeñó el andalucismo político? En este libro encontrará todas las respuestas.