Las leyendas de la Montaña nunca son como las de la Llanura. Porque la montaña es la antítesis del llano. En las sierras andaluzas, en Galicia, en las montañas de Sanabria, o en los Pirineos, caminas por uno de sus senderos retorcidos y empinados y no sabes si al girar a la derecha vas a encontrarte con perfiles inéditos, sombras misteriosas o abismos terroríficos. No sabes si al llegar al rasante, el camino te va a cambiar el sol por una cortina de niebla o el bosque por un calvero, o la tierra mansa de arados por un otero de rocas de cinabrio Y en ese no saber está el misterio.