Esta historia es un canto a la felicitación. Las voces proceden de un coro muy especial, capaz de conseguir armonía donde algunos solo esperaban oír un barullo espantoso. Lo que uno solo no puede hacer, lo harán mejor dos, y mejor todavía tres, cien, mil... Ahí está el secreto que nos transmite Carmen Vázquez-Vigo para que vivamos cada día con ilusión aunque no sea nuestro cumpleaños.