Un importante político aparece muerto con signos evidentes de haber sido torturado. La inspectora Julia Romo se siente culpable porque días antes ese hombre acudió a ella pidiéndole ayuda. Su hija había sido secuestrada y se temía lo peor.
Cuando la inspectora se hace cargo del caso, descubre que es mucho más complejo de lo que esperaba. El político tenía en su poder unas grabaciones muy comprometedoras para cierta gente.
Con la ayuda de un detective privado, antiguo inspector de policía, tan inteligente como incontrolable y una hacker, amiga del pasado, intentarán dar con esas grabaciones y atrapar al asesino, pero su enemigo tiene muchos contactos y está dispuesto a todo por recuperarlas.
Una novela llena de intriga y emoción con un ritmo trepidante que no podrás dejar de leer.