Este ensayo pretende, entre otras cosas, ayudarnos a evitar el sufrimiento inútil que nos causamos y que causamos a los demás. Para empezar, es preciso comprender que actuamos como autómatas, aunque no seamos conscientes de ello; debemos entender cómo funcionamos, si queremos evolucionar. Con tal fin, en esta obra se parte de un modelo del ser humano compuesto por tres elementos: el ego (el elemento que ''manda'' -a través de las emociones que genera- y que fija objetivos); la mente (el elemento que piensa qué hacer para alcanzarlos); y el cuerpo (el elemento que ''hace'', que ejecuta las órdenes que le da la mente para satisfacer al ego). Se explica por qué sentimos, pensamos y actuamos como lo hacemos; se muestra, en concreto, cómo nos esclavizan nuestro cuerpo (a través de los ''gustos''), nuestra mente (haciendo que nos preocupemos del futuro y no vivamos el presente) y nuestro ego (haciendo de nuestra vida una continua lucha por obtener y mantener bienes diversos, por motivos de los que ni siquiera solemos ser conscientes). En el proceso anterior surgen preguntas tales como ¿puede saber un autómata que lo es?, ¿quién soy yo, en realidad?, ¿cuál es el sentido de la compasión?... Esas preguntas han llevado a la ampliación del modelo anterior, para mostrar las diferencias existentes entre la forma de actuar ''automática'' y la ''consciente-compasiva'', y para ver cómo podemos pasar de una forma de actuar a la otra. A modo de conclusión práctica, se presentan quince recomendaciones, que son sugerencias para facilitar nuestra evolución personal haciendo que el autómata lo sea menos; se dirigen a mejorar el control sobre nuestro cuerpo, mente y ego, y a avanzar hacia la consciencia compasiva. No son ''ideas felices''; resultan de los conceptos y modelos explicados previamente, por lo que no se pide al lector que se las ''crea'', sino que se le invita a que las entienda y aplique.