Este ensayo lúcido, riguroso e ilustrativo responde a estas y otras preguntas. Tras analizar la ira de los gobernados y el miedo que inducen ciertos gobernantes, propone una reasignación de poderes en múltiples niveles territoriales para promover la eficiencia y el consenso político, en vez de la división y la polarización, y plantea cómo los gobiernos autoritarios pueden evolucionar hacia la democracia.