'Después de Mao' registra el impacto en la vida cotidiana de los cambios que llevaron al ex gigante comunista a convertirse en la primera potencia mundial. Los relatos, ubicados en el período abierto tras la caída de Mao -mientras las universidades volvían a la normalidad después de la "Revolución cultural"-, tienen la doble virtud de su intensidad literaria y de condensar ciertos mundos e imaginarios chinos contemporáneos. La ruptura con la tradición, el realismo como estética predominante, y el tema de la experiencia individual en tensión con las transformaciones sociales, surgen como rasgos comunes entre los autores, que se inscriben en un contexto en el que cambia el estatus de la literatura y del escritor con la creación de un mercado literario.