Días con nombre propio presenta una visión intimista y personal de gentes urbanas ocupadas en sus vidas, que van incorporando a las mismas historias propias y ajenas, creando un universo único que, con mayor o menor fortuna, marcará su existencia en una Zaragoza intemporal.
Y así, con el hilo conductor de los días de la semana, los personajes, a través de un destino a veces seductor, a veces despiadado, tendrán que adaptarse a su circunstancia luchando consigo mismos, superando situaciones reales o imaginarias que los llevarán: bien a triunfar siguiendo sus objetivos, bien a caer derrotados descubriendo sus miserias o, incluso, a perder la vi