Entre los 3 y los 7 años, muchos niños empiezan a tener pesadillas y terrores nocturnos. Este cuento corto lleno de optimismo trata de ayudar a los niños a superar esta fase por la que pasan, y a la vez intenta transmitir una serie de valores, con una protagonista llena de empatía, que nos muestra diferentes emociones, y nos enseña a pedir ayuda cuando la necesitamos. Aunque sea una tarea difícil, siempre es mejor buscar una solución que frustrarse con los problemas a los que nos enfrentamos Siempre hay una salida, y si no la hay, la dibujamos.