Los dulces son poesía. Acarician el paladar, ahuyentan las preocupaciones y reconcilian el mundo. Tanto si se trata de un fundente postre cremoso, como de una sabrosa especialidad helada, pequeñas golosinas, refinados bombones, un delicado bizcocho o un pastel o tarta de ensueño, en este libro todos los caminos conducen a una dulce felicidad. 100 recetas inducen a cometer pequeños o grandes pecados, a los que sucumben con agrado no sólo las personas golosas. Aquí encontrará sugerencias para acompañar el café o para coronar un buen menú. Disfrute hoja a hoja de este libro. Se trata de las páginas dulces de la vida.