¿Cuándo se puede considerar que un embrión o un feto es una persona? ¿Qué es el envejecimiento normal del cerebro? ¿Debemos aspirar, sin más, a ser más longevos, independientemente de cuál sea el estado de nuestro cerebro? ¿Debemos disponer de la máxima libertad para perfeccionar el cerebro por medio de la genética, la farmacología y el adiestramiento?
Con un lenguaje claro y sencillo, el autor explica los numerosos hallazgos neurocientíficos y las cuestiones éticas que éstos plantean tanto para los individuos como para la sociedad. Gazzaniga expone sus ideas y su perspectiva con franqueza, humor, cordialidad e inteligencia.
El libro se inicia con un capítulo dedicado a la «neuroética de la duración de la vida», donde se analiza cómo el desarrollo cerebral define la vida humana y los problemas éticos que plantea el envejecimiento del cerebro. En los capítulos sobre el perfeccionamiento del cerebro se sopesan los avances de la genética, la neurociencia del entrenamiento cerebral y la potenciación farmacológica, aspectos que plantean la cuestión de qué es aceptable o inaceptable en el intento de conseguir un cerebro más inteligente. En los capítulos sobre el libre albedrío, la responsabilidad personal y el derecho, Gazzaniga aborda cuestiones muy delicadas sobre la privacidad del pensamiento, sobre si el cerebro determina la conducta y sobre la fiabilidad de la memoria. Los capítulos finales del libro describen la naturaleza de las creencias morales y el concepto de ética universal, centrándose en cómo forjamos nuestras creencias, por qué nos aferramos a ellas y el papel del cerebro en la adquisición de valores.
El cerebro ético es un análisis fascinante y provocador sobre los nuevos desafíos que plantea la intersección de la ciencia y la ética.