Los derechos de la persona física, cuyos datos personales se tratan, son clave para poder garantizar el derecho fundamental a la protección de datos personales. En este sentido, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) tiene como uno de sus principales objetivos dar un mayor control al interesado sobre el tratamiento de sus datos personales a través de los derechos, actualizados y nuevos, que reconoce.
Según el Eurobarómetro en materia de protección de datos publicado en junio de 2019 por la Comisión Europea, el 73% de los encuestados ha oído hablar de al menos uno de sus derechos en protección de datos. No obstante, todavía el 27% desconocía sus derechos. En España, esta última cifra supera la media europea, alcanzando el 37%. En cualquier caso, si bien cada vez más los interesados conocen sus derechos en materia de protección de datos, todavía es necesario un mayor impulso y difusión de los mismos. Aunque saber cuáles son los derechos es un primer paso importante, resulta esencial que tanto los interesados como los responsables del tratamiento conozcan en detalle su significado y alcance.
Además, debe tenerse también en cuenta que los derechos en materia de protección de datos están sujetos a límites generales y, en algunos casos, también a límites específicos. Es así que, si bien el responsable del tratamiento tiene que responder siempre a una solicitud de ejercicio de derechos, esto no implica que siempre proceda lo solicitado. Y esto es importante a la hora de que el responsable del tratamiento implemente un procedimiento de gestión de solicitudes de ejercicio de derechos que le sirva para cumplir con su obligación y demostrar responsabilidad proactiva.
El autor de esta obra cuenta con una dilatada experiencia en el ámbito de la protección de datos personales tanto en Europa como en América Latina.