Un rumano asesinado con el cubo de una fregona; un inmigrante muerto que no importa a nadie, salvo al hombre que ha querido arrebatarle la vida y al policía que habrá de ocuparse del caso. Al primer cadáver le seguirá el de un cómplice, ambos crímenes unidos en apariencia por el mismo asesino, torpe pero resuelto. El inspector Herodoto Corominas tira del hilo hasta un atraco ocurrido dos años atrás. El asunto se torció y acabó con una mujer y su hijo de un año muertos, y con un marido amnésico, condenado a olvidar quién fue. Hubo dos sospechosos, pero los testigos no se pusieron de acuerdo. "Blanco y en botella, leche, Hero. Leche". Quizá el subinspector Vázquez tenga razón, pero... ¿por qué iba alguien a vengar la muerte de dos completos extraños, a los que no recordará jamás?// "El honor es una mortaja" es una novela de lenguaje descarnado y diálogos punzantes y ágiles. Una narración trepidante por la que discurre un elenco de personajes que remite al más clásico género negro: policías de diferentes pelajes y generaciones, asesinos profesionales, matarifes novatos, un detective de oscuro pasado, mujeres que pagan por los pecados de sus maridos y un turbio empresario del crimen. Pero es también un recorrido por distintas formas de entender la venganza, el honor y el deber en dos culturas muy lejanas, pero quizá no tan distintas.