Durante más de treinta años aislado en una prisión de Ohio, Keith LaMar ha logrado mantenerse cuerdo escuchando jazz. Acusado sin pruebas materiales un tribunal formado por blancos le condenó a la pena capital por cinco asesinatos ocurridos durante un motín carcelario. Este libro habla de aferrarse a la vida en condiciones extremas, de la fuerza del jazz y del poder de la música para superar la adversidad.