Marian, Coral, Nina y Susana comparten, en el verano de su adolescencia, muchas de las desdichas y anhelos que han visto reflejados en sus progenitores, con sus conflictos y prejuicios sociales, como una mancha de ceniza en la toalla extendida bajo el cielo candoroso de su niñez. En ese recreo adulto que revela su falta de madurez para asumir responsabilidades, el juego del culpable rige la convivencia de este grupo desigual de amigas proporcionándoles un último asidero al que aferrarse cuando las cosas se tuercen: decidir quién está en el origen del desastre.Esta novela obtuvo el XV Premio de Novela Corta Encina de Plata.