En El maletín de Gloria, encontramos en apariencia una diversidad de relatos dispersos de la vida cotidiana de la autora, y unos pocos cuentos que aparecen al final, de una persona cosmopolita, que vive en Francia, viaja por Europa, teniendo siempre a España como su referente, por ser el lugar de su nacimiento, y cuya cultura compara con otras. Pero es mucho más que eso. Para comenzar, estas escenas encierran una filosofía de la vida sumamente atractiva y estoica, que pueden servir al lector para echar el ancla en las turbulentas aguas del presente. Estos ensayos de ficción autobiográfica captan al lector por la escritura, por la riqueza del estilo "amoriano", el uso de números neologismos, la transcripción del habla oral a lo escrito, el casticismo lingüístico y una supuesta invención de hechos donde el lector duda si es verdad o no, pero se identifica con esa mentalidad. El empleo del humor es una constante clave en estos textos. La autora entiende que los argumentos racionales casi nunca han convencido a nadie, pero sí pueden provocar cierta empatía a otras personas y lugares, consiguiendo incitar la af