Lo único que Miranda Warfield había deseado en su vida era ser la esposa de un hombre, no de un título, pero su matrimonio con Adrian, duque de Windmere, no había sido más que una unión acordada entre sus familias. Sin embargo, de repente, él volvió a ser el hombre cariñoso con quien se había comprometido ocho años atrás, y la hizo sentirse otra vez como una novia deseada. ¿Pero se atrevería Miranda a confiar en su renovado amor? Porque, ¿cuál era el motivo que se ocultaba tras las reuniones clandestinas que mantenía con su abogado? ¿Y a qué venía ese repentino interés por conocer su opinión acerca de varios caballeros casaderos de la alta sociedad? ¿Ocultaban sus ojos un secreto que negaban sus ardientes labios...?