Los habitantes del Parque del Estanque, el escenario de este mágico libro, son un árbol centenario, tan acogedor como sabio; un pájaro azul descendiente de un ángel, un hombre que vuelve al suelo patrio a fundirse en los brazos del amor anhelante y anhelado, una anciana viuda y triste que mucho tiempo atrás fue niña soñadora, o una gata que puede dar sentido a tu vida. Son los personajes del mundo donde la línea infinita continua su cursoà urdiendo en el telar los hilos que alumbran la trama de la que florece el tejido llamado Vida. «El mundo de la línea infinita es una excepcional fábula en la que Mariaje López, partiendo de los terrenos fértiles de la imaginación, a modo de trampolín, parece haberse impulsado hacia los exuberantes parajes de la fantasía; una fantasía conmovedora, rebosante de amor a la naturaleza, que el lector recorre absorbido en sus magnéticas letras hasta, luego de un corto e intenso trayecto, desembocar en la lejaníaà del paraíso, aquel en el cual los seres vivos reconocen su dependencia del otro, ya que forman parte de un ecosistema común; los actos particulares repercuten en el todo