Prefacio
I. SEXO, MENTIRAS Y FEROMONAS..., LA RAZÓN DE SER DE LA SEXUALIDAD HUMANA Y DE LA SEXUALIDAD PRIMATE
II. VIVE LA DIFFERENCE!
III. LA ATRACCIÓN SEXUAL EN LA ANTIGÜEDAD
IV. RETORNO AL EDÉN
V. LA PREHISTORIA DEL SEXO
VI. EPÍLOGO: A VUELTAS CON EL SEXO
Bibliografía
En claro contraste con el resto de especies animales, el hombre ha desarrollado una sexualidad única desvinculándola parcialmente de la función reproductora. Nuestros patrones de atracción sexual pueden expresarse de una manera tan variada como diversa es la condición cultural humana. Sin embargo, la estructura subyacente a toda esta pluralidad de manifestaciones de nuestra sexualidad es la misma, independientemente del contexto cultural e histórico. Esto conduce a la reflexión de que dicha estructura la llevamos en nuestros genes como legado del proceso evolutivo. Desentrañar el origen de lo que nos convirtió en humanos es lo que empuja al autor a trasladarse al comienzo de la aparición de los primeros miembros de nuestro género, hace unos dos millones de años. Con la ayuda de la arqueología y la paleontología, se muestra cómo los cambios biológicos que están en la raíz del proceso de encefalización exigieron la aparición de comportamientos solidarios y cooperativos entre aquellos primeros antepasados. Dichos comportamientos parecen haber estado fundamentados en una auténtica revolución: el abandono del estro y de la sexualidad temporal y la implantación de un sistema de atracción física y de una sexualidad permanente. Se suele asumir que la sexualidad humana la inventó nuestra especie en el transcurso de su evolución; en esta obra, se ofrece la sugerente idea de que el proceso fue justamente el opuesto: fue la revolución sexual de los primeros Homo la que nos convirtió en humanos.