A través de las cartas que Martín escribe paso a paso todos los detalles de su extraordinario viaje a Bolivia. Aunque su objetivo en un principio es simplemente pasar una temporada con su padre y reencontrarse con él tras el distanciamiento que provocó la muerte de su madre, el joven pronto se sentirá atraído por el misterio y la magia del país, pero también descubrirá su cara más peligrosa: sin saberlo, se verá involucrado en una turbia operación de tráfico de cocaína.