Eduardo Nicol, ayudante de filosofía en la Universidad de Barcelona, dejó España por motivos políticos, manteniendo en el exilio mexicano la debidas distancias de los partidos revolucionarios, como las que sostuvo también ante las invitaciones que le llegaron de la Universidad de Madrid, durante los años cincuenta, de eminentes catedráticos complacientes con el franquismo.
El problema de la filosofía hispánica que abarca también la "Escuela de Barcelona" proporciona al lector ricas reflexiones sobre el ser de España en su historia, y otras sobre los motivos del retraso o poca pujanza de la filosofía moderna y contemporánea española fuera de las fronteras americanas y peninsulares.
La profundidad e independencia crítica de Nicol unidas a un magnífico castellano hacen de la obra un clásico indispensable y ameno.
Luis de Llera, catedrático de la Universidad de Génova, dirige un grupo de investigadores, italianos y españoles, dedicados a la cultura del exilio español en todas sus facetas.