El proyecto de Jesús es una invitación y una interpelación que se dirige a la totalidad del hombre y que abarca todos los ámbitos de la vida humana. El cristiano refleja su opción radical de sentido en Cristo en todas las expresiones de su vida, y todo queda impregnado por la fe, que es la que transforma las cosas santificando las actividades más profanas y haciéndolas agradables a Dios cuando se viven como Cristo y desde Cristo. Ser cristiano es ser vicario de Cristo en el mundo, sabiendo que la historia de salvación se da en el mundo y en la historia profana y desde una fe que consagra a Dios todas las realidades de la vida.