Estamos en 1935. Judith Dunbar, una chica de catorce años, es acogida por una familia muy especial que marcará significativamente su adolescencia. La suntuosa casa de campo que los Carey-Lewis poseen en Cornualles, idílica región del sudoeste de Inglaterra, se convierte en su segundo hogar. Sin embargo, turbada por el despertar de su propia sexualidad y tras una frustrante relación amorosa con Edward, el hijo mayor de la familia, Judith decide hacerse dueña de su propio destino.
Lejos de allí, los vientos de guerra que se ciernen sobre Europa se desatan repentinamente. Judith está dispuesta a colaborar en la lucha contra el nazismo, lucha que le toca muy de cerca. Su padre cae prisionero de los japoneses, su madre desaparece. Edward es arrestado por los acontecimientos... La vida de Judith parece hundirse en un infierno de locura y barbarie. Pero en medio del caos, surgirá alguien que siempre ha estado a su lado, aunque ella no lo supiera.