En apenas dos legislaturas, España ha pasado de ser un país con un notable peso específico en el mundo, a desempeñar un papel irrelevante en las grandes cuestiones estratégicas. Desde su posición en las organizaciones internacionales hasta en los vínculos con los Estados Unidos o Iberoamérica, nuestro país ha retrocedido décadas en estos ocho años. Rajoy encontrará una España más indefensa, más aislada y peor situada internacionalmente. El mundo se ha transformado sustancialmente en los últimos años, presentando cambios vertiginosos a los que nuestro país deberá adaptarse rápidamente si no quiere ser arrastrado por ellos.