Rudy Kousbroek (1929-2010), hasta ahora inédito en castellano, está considerado uno de los más importantes ensayistas holandeses. Cultivó una "literatura del exilio", como la del palestino Edward Said o la del alejandrino André Aciman. Kousbroek nació en Sumatra en 1929, vivió en las Indias Orientales Neerlandesas y en París, ciudad en la que estudió japonés, chino y matemáticas, entre otras cosas. Desde París, en la década de 1960, comenzó a publicar artículos en la prensa holandesa como corresponsal cultural independiente. Tal como sucedió con Said y Aciman, la experiencia del exilio marcó definitivamente su vida y su obra. En total, pasó casi cincuenta años fuera de los Países Bajos. En 1975, su obra fue galardonada con el premio P.C. Hooft, la distinción literaria más prestigiosa de los Países Bajos. En la década de 1950, como poeta experimental, Kousbroek era lúdico e ingenioso. Como ensayista político y cultural, en los años sesenta y setenta fue un racionalista crítico y un temido polemista. En los últimos diez años de su vida, para amalgamar el arte de los recuerdos autobiográficos y la reflexión histórica, Rudy Kousbroek encontró un formato ideal y personal, que llamó "fotosíntesis": una combinación de una fotografía en blanco y negro con un ensayo breve. Por el conjunto de estos ensayos ganó el prestigioso premio Jan Hanlo en 2005. El secreto del pasado reúne cuarenta de estos textos de su producción ensayística tardía, caracterizada por dos de sus móviles más profundos: la curiosidad y la nostalgia. A través de una bellísima prosa autobiográfica Kousbroek ofrece un exhaustivo intento por recrear con precisión, al modo proustiano, el paisaje, la música, la arquitectura, la ternura y el olor de un "tiempo perdido".