En sus comentarios sobre cinco parábolas tomadas del Lieh Tzu, Osho hace una interpretación fresca y contemporánea de la clásica sabiduría del Tao. Lieh Tzu fue un célebre maestro taoísta del siglo -IV, y sus astutas críticas a Confucio aportan abundantes oportunidades para que el lector explore los contrastes entre lo racional y lo irracional, lo masculino y lo femenino, lo estructurado y lo espontáneo. El sendero del Tao viene estructurado en los siguientes capítulos: "¿Quién es realmente feliz?" utiliza el descubrimiento de una calavera humana a la vera de un camino para indagar en la cuestión de la inmortalidad y en cómo el misterio surge de la existencia del ego. "Un hombre que sabe cómo consolarse" se concentra en la aparente alegría de un monje errante y cuestiona la perdurabilidad de la felicidad a lo largo de los altos y bajos de la vida. "Sin arrepentimiento" es una parábola sobre la diferencia entre la sabiduría recogida del exterior y el "conocimiento" que surge desde dentro. "No hay descanso para los vivos" utiliza un diálogo entre un buscador abatido y su maestro para revelar los límites