José Zorrilla es uno de los poetas que consolidaron la estética del Romanticismo en España, tanto a través de su poesía lírica como de su lírica narrativa. En este último ámbito, propicio para el autor vallisoletano, es donde demuestra gran capacidad creativa, versatilidad y originalidad. Ese eclecticismo, junto con una insólita capacidad de recitación, lo llevó a ser considerado ‘trovador y juglar’ en el siglo en que esas prácticas medievales se rescataron (Palenque, 2011). En sus numerosas creaciones, poemas, épica, dramas y leyendas, Zorrilla resucitó héroes y costumbres, historias y creencias de los antiguos tiempos de España, obras que lo coronaron como Poeta Nacional: Cantos del Trovador (1840-41), El capitán Montoya (1842), Don Juan Tenorio (1844), Traidor, inconfeso y mártir (1847), Granada. Poema oriental (1852), entre muchas otras. Las leyendas configuran un género de gran difusión durante el período romántico, en las que Zorrilla mescla historia, romance, relato, cuento, fábula, tradición religiosa y popular. Inmerso en ese fermento literario, en 1842 sale a la calle Vigilias del E