El agente Sigurður Óli tiene serios problemas. Tras haber aceptado ir a ver a una pareja de chantajistas
para hacerle un favor a un amigo, Sigurður Óli se encuentra con que la mujer yace en medio de un charco de sangre.
Cuando esta fallece en el hospital, el agente se enfrenta a la investigación sin poder justificar qué hacía en la
escena del crimen.