El ateísmo y el misterio representan las dos fronteras de nuestra fe, sus dos orizontes, el del poniente y el alba, donde, por un lado, nuestra fe se ve confrontada a sus sombras y su declive (el ateísmo, los riesgos del descreimiento), y, por otro, a sus luces y su expansión (el misterio que se expresa a través de las paradojas cristianas). Entre el rechazo de un Dios demasiado humano o inhumano y el consentimiento sabio ante el misterio, queda lugar para una fe en crecimiento. El lector encontrará en este libro numerosas citas de autores espirituales, teólogos, filósofos y literatos que subrayan
la solidaridad de todos ante los enigmas de nuestra condición humana y ante los retos, en mutuo contraste, de la fe y el descreimiento.