Tras el naufragio llegaría el escándalo
El barco que la conducía a Inglaterra había naufragado y Averil Heydon estaba aterrada. El mar la había arrojado a una isla y que fuera el misterioso Luc d?Aunay quien la rescatara no calmó precisamente sus temores. La virginal Averil sabía que enamorarse de Luc era peligroso, pero la intensidad de su atracción sexual resultaba deliciosamente irresistible?
Tras probar por primera vez el deseo en brazos de aquel aparente rufián, Averil debería volver a la sociedad y sus convenciones. Pero Luc había decidido hacerle una proposición desconcertante y tentadora?